Demasiadas veces había sucedido que esta modelo vino a mi ciudad y no tuve la oportunidad de fotografiarla. Unas veces no me enteraba hasta demasiado tarde, otras habían colgado el cartel de completo y finalmente todo se paró por el maldito bichito… Así que esta vez, el compañero José Sanabria montó un shooting y prácticamente le asalté. Quería realizar esta sesión fuera como fuera.
Tenía la corazonada de que sería muy fácil y que resultaría una de esas sesiones «para enmarcar».
Las buenas vibraciones funcionaron y todo fue como la seda. El resultado de un par de horas de esfuerzo es para estar orgulloso. Y es que la magia la pone ella 🙂
Como siempre, algunas imágenes: